El Puerto Ibicuy (Entre Ríos, Argentina) en prospectiva: un escenario alternativo

Ricardo Goñi María Laura Bevilacqua

Autores/as

  • RICARDO GOÑI Dr. en Ciencias Sociales, Profesor Medio Ambiente y Salud, Facultad de Ciencia y Tecnología (UADER). Dirección de contacto: goni.ricardo@uader.edu.ar
  • MARIA LAURA BEVILACQUA Lic. en Economía, Analista Financiera Gerencia de Obra Renovación, Comisión Técnica Mixta de Santo Grande. Docente de laFacultad de Ciencias de la Gestión (UADER).

Resumen

Introducción
El Puerto Ibicuy se encuentra emplazado en el sur-suroeste de la provincia de Entre Ríos (departamento Islas del Ibicuy) y es, sin duda, la terminal portuaria fluvial más importante del territorio provincial y, quizás, de la región. Con más de 30 pies de calado natural y canales de acceso profundos (requisitos necesarios para las operaciones de carga y descarga de los barcos de ultramar utilizados en el comercio internacional), sus potencialidades se acrecientan aún más por estar emplazado sobre el tramo inferior de la hidrovía Paraguay-Paraná, en un punto ideal para el traspaso de carga fluvial (procedente de Brasil, Paraguay, Bolivia y norte argentino) a marítima y viceversa.
Tanta es la relevancia y las potencialidades del Puerto Ibicuy que, en prospectiva, abre un abanico de posibilidades extraordinarias para pesar el desarrollo provincial desde una perspectiva estratégica. Una de esas posibilidades es la de diseñar un sistema de transporte polimodal (vial, ferroviario e hidroviario)  con foco puesto en el Puerto Ibicuy (una vez resignificado conforme a sus potencialidades), tal que contemple la restaura ción de la red ferroviaria, actualmente no operativa, el desarrollo de “nodos” o terminales de transferencia y despacho de cargas (viales-férreas), la descentralización del sistema
portuario y aduanero, la promoción de nuevos nichos productivos, la protección y/o conservación de áreas y recursos naturales vulnerables desde el punto de vista ambiental, la rehabilitación de poblaciones rurales prácticamente abandonadas a la vera de las vías en desuso del Ferrocarril General Urquiza, entre otras particularidades que encierra un proyecto de transporte de esa naturaleza. 
Es por ello que en la percepción de planificadores, políticos, académicos e intelectuales, no es lo mismo imaginar Entre Ríos desde las perspectivas que ofrece el Puerto Ibicuy que sin ellas. En efecto, el fenómeno geopolítico que se cierne en torno a este puerto quizás sea comparable al sucedido en el área de los salares andinos denominada “triángulo del litio”, que comprende una superficie territorial relativamente pequeña, localizada en las fronteras de Chile, Argentina y Bolivia, y de donde se extrae el 40% del litio que consume el mundo. Según las estimaciones, allí se concentra alrededor del 80% de las
reservas mundiales de este mineral (por lo que también se la menciona como la “Arabia Saudita del litio”), si bien ello es muy dinámico en la medida en que avanzan los estudios de exploración y se desarrollan nuevas tecnologías para la extracción del mineral en lugares antes no contemplados, como rocas y océanos. En un pasado no muy lejano nadie se imaginaba la importancia estratégica que revestiría esa zona. Hasta que se conoció que el litio era un metal muy liviano, que sirve para fabricar las baterías recargables de los dispositivos electrónicos portátiles y que empezaban a ser utilizadas para impulsar
vehículos eléctricos e incluso para almacenar energía de origen renovable: 

Un teléfono celular, una notebook, una tablet, se desplazan gracias a la acumulación energética de las baterías Ion-litio; sin ellas un satélite no entraría en órbita o una nave espacial no sobreviviría. Naturalmente, millones de autos quemando combustible fósil alrededor del planeta podrían ser reemplazados por vehículos eléctricos o híbridos, un rubro que pasará de 500 mil vehículos en el año 2009 a 7 millones en 2020 (Fornillo, 2015: 11).

El hecho quizás obvio –pero que no deja de ser excepcional por el impacto que ocasionó- es que a partir del interés por el litio cambió la geopolítica de un área hasta entonces absolutamente desconocida para la mayor parte del mundo. Otro ejemplo es el de la puesta en valor de la Cuenca Neuquina a partir del descubrimiento de los yacimientos no convencionales de hidrocarburos en la formación sedimentaria Vaca Muerta, emplazada en un área también ignota (o menos conocida) hasta no hace mucho tiempo atrás.

Pues bien, con todas las diferencias del caso, parece atinado plantear que, como en el “triángulo del litio” o la Cuenca Neuquina a partir de los yacimientos no convencionales de la Formación Vaca Muerta, la geopolítica de la provincia de Entre Ríos puede cambiar radicalmente en torno a la resignificación del Puerto Ibicuy con las oportunidades que se ciernen para el diseño de un sistema de transporte polimodal con fuerte impacto en el comercio exterior y con posibilidades de pensar en otras alternativas de desarrollo a escala provincial.

Por último, predecir el futuro es un arte complejo que la Academia intenta solucionar con un artilugio aparentemente sencillo: la prospectiva (Goin, 2023), un término definido como la proyección a futuro de ciertas tendencias o potencialidades. Pues bien, lo que aquí se propone es abordar un ejercicio de prospectiva, conscientes de que se trata de una práctica, o un método, que requiere sortear tres problemas: (1) la correcta identificación de las tendencias relevantes de cara al futuro; (2) la detección de efectos sinérgicos que algunas de estas tendencias pueden mantener entre sí, y (3) la irrupción de imponderables (“Imponderable: que sucede de manera inesperada e inevitable y tiene consecuencias que no se pueden conocer o precisar”) (Goin, op. cit.: 127).

 

Publicado

2023-12-01